Según el Pew Research Center, en un estudio que ha elaborado para People & the Press, casi dos tercios de los estadounidenses consideran que las noticias de los medios de comunicación son poco creíbles, aunque son más crédulos los demócratas que los republicanos, seguramente por el cambio de régimen. De ahí que el New York Times les cause sarpullido.
La incredulidad alcanza de acuerdo con el informe los niveles más altos desde 1985 y el uso de la red como recurso informativo crece por encima del 40%, pese al dominio de la televisión que, no obstante, desciende lentamente, aunque de manera constante desde 1999.
Prescisamente este fin de semana el Centro Reina Sofía solicitaba mi participación, entiendo que como la de otros profesionales, en un análisis sobre el tratamiento de la violencia de género en los medios de comunicación. Puede que haya llegado el momento de la reflexión… Habría que mirar el contador de víctimas para saber cuántas nos ha costado poner fin a esta sangría de testimonios vacíos de contenido, amenazas vecinales, ciudadanos compungidos empujados a la respuesta violenta y programas de autoexculpación como aquel memorable mano a mano de Nieves Herrero e Irma Soriano en el que ésta apoyaba a su gran amiga por la incomprensión pública ante el incuestionable papel de Nieves en el caso Alcásser. ¡Es verdad, nunca le agradeceremos lo suficiente habernos abierto la puerta al infierno del amarillismo!
Satisfacciones de esclavo 