Cosas nunca vistas, u observadas con otros ojos que parecen recién despiertos a una noche de espacios vacíos. Poetas ascéticos como Jorge de Lima nos permiten asomarnos a una fauna de seres tristes nadando en el sudor amargo de los abandonados en el mar, para arrojarnos a una soledad profunda de siglos y galaxias. Un Brasil, “ritmo del brazo temerario” del poeta, caliente y fresco, patria de placeres, un pecho de agua de río, hogar de aprensiones para hombres que amenazan con la huida, pero bragas en flor que hablan de la política del cuerpo.
Mundos que empiezan en los senos de una muchacha, resucitada en la transparencia del sueño de progreso, donde no hay lugar para poemas con burócratas ni precios y sí para denunciar a aquel murciélago al que arrojar la piedra por actitudes demasiado mamíferas y conocidas en los salones de las grandes familias que entrechocan los huevos gordos de la conversación, mientras el río se detiene, pútrido como los ojos de un perro.
La poesía del siglo XX en Brasil. VVAA. Visor. Madrid. 2012. 588 páginas.
Satisfacciones de esclavo 