
(Recopilación de signos y símbolos que enmudece el clamor del ruido ambiente).
¿Eres un Pierrot, imponiendo tu autoridad al resto, arrogándote un cargo que nadie te ha dado? ¿O te ves reflejado en Augusto, el payaso de nariz colorada que desbarata todo intento de resolver los problemas, generando más conflicto? Igual lo que te gusta es dirigir todo y no aportar nada de creatividad, porque si no te implicas desde la jefatura de pista todo es más fácil. Hay quien permanentemente se pone en peligro para demostrar su osadía ý con él o ella a todos sus seguidores y quien pese a todo intenta hacer malabares con lo que tiene, por deslucido que le quede la actuación. También tenemos al que dice echarse los problemas sobre sus espaldas, queriendo que veamos en él o en ella a un salvador vestido con piel de león. Están los que se quedan al margen realizando sus números de acrobacias y los que como elefantes asustados se arrinconan en el taburete esperando a que sean otros los que examinen la boca del león aun a costa de perder la cabeza. Quedan los músicos, moviéndose al compás de una melodía que otros compusieron y cuyo papel es simplemente enfatizar los pasajes más emocionantes. Y finalmente queda el ayudante de pista, a la espera de que todo termina con bien para recoger los desperfectos y esperar a que comience la próxima función?
Y aun así hay a quien no le interesa la política…
Autora: Alicia González